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Eckhard: 100% dedicación al ciclismo

Eckhard: 100% dedicación al ciclismo

El valenciano Maurice Eckhard, que forma parte de la Cátedra Divina Pastora de Deporte Adaptado, llegó al ciclismo adaptado casi por casualidad en el año 2000. Desde entonces ha cosechado grandes éxitos. El último, el pasado mes de agosto cuando se proclamó, en Suiza, subcampéon del mundo en categoría MC2.

Ahora trabaja duro para hacer una buena marca en el Mundial de pista (marzo) que le dé el pase a los Juegos Olímpicos de Río 2016, en la que será su cuarta cita olímpica, y repetir, como mínimo, el bronce de Londres 2012. Sabe que en Río es posible colgarse una medalla, pero es consciente de la dificultad de estar entre los mejores en un deporte que, año tras año, sube su nivel. En la mente, el sinsabor de Pekín 2008 en el que, tras un año brillante, se quedó a solo dos segundos de subir al podio.

“Mi gran objetivo es asistir a los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro el año que viene. Lo tengo más o menos encaminado, pero me falta rematarlo y eso pasa por hacer un buen papel en el Mundial de pista, en marzo de 2016”, explica Ekchard, quien añade que “hoy por hoy, con lo complicada que se está poniendo la competición, necesito dedicarme al 100% al ciclismo para conseguir mi pase a Río 2016. En Londres, me quedé a cuatro décimas de la plata y a cinco segundos del oro, así que veo posible lograr medalla en esta nueva cita olímpica”.

Para alcanzar esta meta, el deportista valenciano entrena seis días a la semana. “Entreno por la mañana, unas dos horas y luego, descanso, y si me toca sesión, también entreno por la tarde. Normalmente, mi entrenador y yo establecemos lo siguiente: dejamos un día de los siete de la semana de descanso; un día de entrenamiento suave y los cinco restantes, entrenamientos más fuertes”, explica.

Además de la competición, uno de los grandes retos a los que se enfrentan los deportistas adaptados es lograr una mayor visibilidad y apoyo a su trabajo. Para Ekchard, “la promoción del deporte adaptado, y en especial del ciclismo adaptado, ha ido mejorando. Ahora, gracias a la Cátedra Divina Pastora de Deporte Adaptado de la Universidad de València y a otras iniciativas, como el proyecto FER, tiene cada vez más visibilidad. Si salimos en más medios, despertamos más interés y podemos lograr más apoyo. Es el pez que se muerde la cola. No podemos competir con el fútbol porque es imposible, porque es un fenómeno social, pero nosotros necesitamos más visibilidad y apoyo”.

En este sentido, se refiere al reconocimiento conseguido cuando logró el Bronce Olímpico en Londres 2012: “En el mundo paralímpico, no solo en el ciclismo sino en todos los deportes, hay un gran escalón entre lo que es un Mundial, que no hablamos de cualquier cosa, y unos Juegos Paralimpicos. Puedo ser Campeón del Mundo y reconocido, pero el poder mediático que te da un bronce olímpico no es comparable con ningún otro título. Cuando volví de Londres y tenía la medalla me dije ahora sí que puedo, además de contar con la Cátedra Divina Pastora, tener un patrocinador particular. Porque está claro que si quiero continuar y vivir de esto, lo necesito”.

El valenciano se refiere también a sus posibles proyectos de futuro en los que le gustaría poner en marcha alguna iniciativa centrada en el ciclismo paralímpico en Valencia, que ayude también a la base: “Aquí hay gente que practica ciclismo adaptado, pero vamos cada uno por nuestra cuenta y parece que no haya nadie. En otras ciudades no pasa lo mismo. Por ejemplo, en Barcelona vas al velódromo una tarde y te encuentras al menos 10 deportistas con alguna discapacidad practicando este deporte. Estoy seguro de que aquí, en Valencia, se puede hacer algo así y también ayudar a la base”.

Por último, agradece el apoyo que recibe de la Cátedra Divina Pastora de Deporte Adaptado de la Universitat de València. “Me siento orgulloso de haber sido pionero y de haber ayudado a otros deportistas discapacitados que ahora siguen mis pasos”, señala el ciclista valenciano.