Noticias

Noticias

Un paso más cerca de la inclusión

Un paso más cerca de la inclusión

Pablo Cantero compitió en el autonómico de veteranos

Pablo Cantero, alumno del Grado de psicología de la Universitat de València y deportista becado por la Cátedra Divina Pastora de Deporte Adaptado, consiguió mejorar su marca personal y ya está un paso más cerca de la mínima para el mundial de Doha, que se celebrará en noviembre de este año.

Cantero consiguió mejorar su marca gracias a la participación en el Campeonato Autonómico de veteranos organizado por la Federación de Atletismo de la Comunidad Valenciana (FACV), que abrió la inscripción para hacer una competición de control. El atleta participa de forma integrada en estos campeonatos para ir tomando sensaciones de competición para cuando prepararse para los campeonatos oficiales de ciegos, “hasta ahora he competido como el resto de mis compañeros sin discapacidad en los 60 metros lisos, con la pequeña modificación de dejarme una calle libre más para mi guía, cosa que no está estipulado en el reglamento de la FACV ni de la RFEA” comentaba Cantero, que consiguió convencer a los jueces de la prueba de que no variaba en ningún sentido el buen funcionamiento de la misma y no perjudicaba al resto de atletas.

En esta temporada, Cantero está haciendo más hincapié en la adaptación del salto de longitud, ya que en esta disciplina existe una diferencia mayor que en la prueba anterior, la tabla para saltar es distinta en para videntes que para las personas con discapacidad visual: mientras que los videntes tienen una tabla con plastilina para marcar el salto nulo y desde la que se mide la longitud del salto, las personas con discapacidad visual tienen en las competiciones oficiales un metro cuadrado de cal en la pista delante del foso de arena, el cual dejará una huella cuando el saltador de el último apoyo y desde el que se medirá la longitud del salto, evitando así la pérdida de centímetros que conlleva la medición anterior con la tabla de videntes, ya que a pesar de que se salte por detrás de la tabla medirán siempre desde la plastilina.

En la prueba, Cantero ha querido plantear este problema para sus marcas en este aspecto, ya que “puedo saltar con la tabla de videntes pero con la pérdida de centímetros que conlleva mi falta de visión y el no saber a cuanto me dejo la tabla. La marca que consiga no refleja la longitud real que habría saltado en un campeonato de personas con discapacidad visual, pero he tenido la oportunidad de hablar con el director técnico de la FACV, y desde el primer momento ha entendido mi situación y ha llamado al juez árbitro responsable de la competición, que ha aceptado sin pensarlo la adaptación de la prueba para mis saltos medirlos desde un metro cuadrado que finalmente ha sido de una capa fina de arena. Gracias a esta adaptación, el Velódromo del Lluis Puig con la grada llena, ha fijado su atención en mis saltos, manteniéndose en silencio total para que pudiera escuchar la llamada de mi guía en cada salto, ovacionando mis resultados y aplaudiendo la decisión de los jueces para que salte en mis condiciones”.

Se trata de una acción más que hace constar que los campeonatos oficiales de videntes pueden ser abiertos para atletas con discapacidad. Cantero está convencido de que “poco a poco se puede ir sensibilizando a los organismos para que tengan en cuenta el deporte adaptado y se le dé más visibilidad”.

Gracias a su participación y a las adaptaciones que se realizaron, el atleta pudo mejorar su marca personal en febrero (5.45 metros) y se encuentra cada vez más cerca de la mínima para el mundial paralímpico de Doha, que se celebrará el próximo mes de noviembre.